miércoles, 6 de febrero de 2008

Siempre Omaha

Ayer no os pude escribir para comentaros la jornada del lunes, como siempre empecé a jugar sobre las 00.00 en una mesa de 2c/4c, antes estuve haciendo configuraciones con el Handgrabber porque no me funcionaba, es más no pude utilizarlo en toda la sesión así que sigo sin poder analizar mis manos.

 

Como os decía empecé en una mesa de 2c/4c, realmente me fue bien, me entraron mejores manos iniciales que de costumbre así que podía ver mas flops, en un ratito me puse en 2€, probé en otra mesa de 0.25$/0.50$ e igualmente me fue bien llegando hasta los 4$, recordar que siempre entro con 30BB en este caso 3$.

 

En ambas mesas oscilamos entre 3 a 5 jugadores, había que jugar muy loose, con una pareja veías el flop tranquilísimamente, aún así la gente va hasta el final, mi lectura de manos hizo que ganase varios botes con una pareja media contra otros con parejas bajas, pasaba un poco más de la hora cuando me empecé a desconcentrar y perder mis beneficios, decidí retirarme antes de la cosa fuera a peor como en otras ocasiones, finalmente gané unos céntimos.

 

Estaba muy satisfecho con la sesión, había ido ganando todo el tiempo en general estaba concentrado e hice un par de lecturas buenas, pero quería mas, mi alegría empezó a picarme por dentro y susurrar Omahaaaa….. Omahaaaa….. Ufffff -me dije-, hace tiempo que no juego un Omaha ¿podría pobrar?, no me faltó mucho para autoconvencerme.

 

Me metí en una mes PL 0.25c/0.50c con 15$, y ya sabéis como es esto, un par de manos en las que ves el bote porque crees que tienes posibilidades en el flop y cuando viene el flop nada de nada, duré poco, es muy fuerte lo rápido que se va el dinero en Omaha o más bien lo malo que soy yo en el Omaha porque seguro que un buen jugador con mis cartas y mi stack hubiera permanecido más tiempo y ganado.

 

Para que veáis que no jugué a lo loco la primera mano que me dieron tenia AQs entre las cuatro cartas, por supuesto que ví el flop raiseado, salieron mis dos cartas de color, tenia en ese momento odds de 2.1 a 1, vi el raise para el turn, la cuarta carta no me sirvió, volví a ver el raise para el river y tampoco me sirvió, una pena si sale mi color me hubiera llevado una pasta pero en vez de eso me quedé sin ella.

 

La lección que aprendí es que no volveré a jugar Omaha (al menos en ese nivel) hasta que no tenga pero que mucho, mucho bankroll.

 

Ayer por la noche no jugué, espero jugar hoy que ya tengo muchas ganas por seguir aprendiendo.

No hay comentarios: